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Todo el dolor que creía conocer, todos mis recuerdos ; me llevan a ti.

viernes, 20 de diciembre de 2013

#9

¿Dónde está esa chica que soñaba con cuentos de hadas? ¿Aquella que buscaba a su príncipe azul? ¿Esa chica que la encantan las pelis románticas y los libros de amor? ¿La que no hace más que escribir historias donde el amor siempre triunfa?
Esa chica a la hora de la verdad no busca un cuento de hadas, no es capaz de estar con su príncipe, no quiere escribir su historia de amor. Sueña con un mundo mágico donde existe todo eso, sueña despierta, pero eso es todo, solo sueños. En la realidad no es capaz de enfrentarse a tanta historia, no es capaz de enfrentarse a sus sentimientos siempre contradictorios. ¿Y si en realidad todavía no ha encontrado el verdadero amor? Aquel que haga que sus sentimientos conduzcan a la felicidad, al amor, a la no obligación.  Pero mientras tanto, varios príncipes pasaran por su corazón dejando sentimientos de confusión hasta que solo uno logre quedarse. Uno por el que no dude del amor que siente, que le saque una sonrisa cada día y esperando poder tenerle cerca cada segundo. Ese príncipe alguna vez llegará....o no.

domingo, 17 de noviembre de 2013

#8

Desconectar, abandonar todo, irse lejos, una nueva vida, una nueva aventura. Dejar atrás todo los recuerdos y escribir una nueva historia; nuevos amigos, nuevos paisajes, nuevos lugares. Cerrar una etapa de tu vida y abrir los brazos para recibir un nuevo destino...

viernes, 18 de octubre de 2013

Pesadilla (final)

Sus manos estaban cubiertas de un color granate. Pequeñas gotas caían de ella manchando su camiseta. Su vista se perdía en el horizonte. Un cuerpo yacía a sus pies. Ya no respiraba. Se dejó caer al suelo abrazándose las rodillas contemplando lo que había hecho. Ningún sentimiento dibujó su rostro. Ni si quiera sintió nada cuando vio su cara. Aquellos ojos que miraban ya sin vida. No se movió, ni siquiera cuando se oían las sirenas de la policía llegar al lugar donde se encontraban. Sintió unas manos que la obligaban a levantarse. Vio a su madre acercarse. Su rostro reflejaba horror.
-Nati, hija mía. _ no era capaz de mirarla y ella lo sabía.
-Mamá, tenía que hacerlo, era él o yo_ su voz era fría, no mostraba remordimiento._ En el sueño aparecía él. Sé que quería matarme.
-Cariño _ intento acercarse a su hija pero no podía_ cariño, está bien, vete ahora con estos señores, pronto te iré a buscar_ su voz acabo rompiéndose, no podía hablar por culpa del llanto.
Dos hombres la agarraron y se la llevaron con ellos. Sentada ya en la furgoneta pudo oír a su madre explicar todo al policía.
-Por favor ayúdenla, por fa..._no paraba de llorar, no podía después de lo que había hecho su hija.
-Señora, su hija estará en buenas manos, se le aplicara el tratamiento adecuado para su caso.

¿De qué caso hablaban? Ella no está loca. Ella sabía que iba a pasar. El sueño se lo dijo. Lo sabía, o creía saberlo. Los hombres la llevaron a una especie de furgoneta donde la ataron en el asiento. ¿Por qué me atan? No entendía nada. Giro la cabeza en busca de ayuda, en busca de su madre que la ayudara en ese momento y lo vio. Volvió a ver el cuerpo sin vida. El policía sacaba algo del bolsillo del chico, era una pequeña cajita. La abrió. En su interior había un colgante. En ese momento algo se activó en su interior haciendo que llorará, haciéndola ver que todo era culpa suya, que nada era verdad. Él la quería y ella lo quería. Solo era una pesadilla. No tenía que haberse fiado de lo que había leído. No significaba que la sombra era la persona que la quería matar. Lucas no la haría eso. Él la quería. Él solo guardaba rencor a su madre. Él solo quería alguien que le quisiera, ese alguien, era ella. Algo le decía que se fiará de él, pero su cabeza torció todo. Algo en ella no iba bien. Y ahora todo había acabado dejándola un vacío en el interior, un peso que nunca se iría.

Al año fue hallada sin vida. En ese tiempo se había encerrado en sí misma, no comía, no dormía. No pudo soportar el dolor, la culpabilidad. Cuando encontraron su cuerpo una nota yacía a su lado:
LO SIENTO. TE QUIERO.

~Fin~

Hola ^^
"Pesadilla" acaba de llegar a su fin . Quería dar gracias  a todos los que me habéis apoyado con la historia, y sobretodo a todos aquellos que la leen (aunque no comenten se que alguno habrá jajaja). Y dicho esto queda añadir que no se cuando será la próxima historia porque ahora mismo el tiempo no me sobra, así que sed pacientes que volveré ^^
Un saludo
In love.

viernes, 11 de octubre de 2013

Pesadilla (parte 6)

Los días pasaban y cada vez eran más felices uno al lado del otro. Natalia vivía como en un cuento de hadas aunque la pesadilla no había terminado. Y Lucas por fin la había encontrado...

Ese día él la pasó a buscar como hacía siempre.
-Cada día estás más guapa. Sería una pena que algo nos separara.
-Lo sé. Nada ni nadie nunca nos separará, ¿no?
Él la besó suavemente en los labios.
-Venga vamos.
Le agarró de la mano y la condujo hasta la dehesa dónde la había pedido salir la primera vez.
-Ahora quiero que cierres los ojos.
-¿Y si no quiero?
-¿Te fías de mi?
Algo en su interior la decía que no, una sensación que había aparecido tras el sueño. Esa sensación a la que cada vez hacía más caso. Pero no ahora.
-Me fio.
-Lo sabía.
Se dio la vuelta quedando los dos mirando en la misma dirección. Natalia iba
guiada por él. Se sentía segura hasta que algo la hizo ponerse en guardia. La mano de Lucas dejó de tocarla. Ella abrió un poco los ojos sin que él se diera cuenta y vio como buscaba algo en el bolsillo. Él se percató de que ella lo miraba y sacó la mano.
-Ya casi llegamos. Espero que no estés mirando.
Ella le apretó la mano en modo de respuesta. Caminaron un poco más entonces Lucas le mandó abrir los ojos. Ante ella se encontraba una manta echada en el suelo y un montón de comida encima de ella.
-Me encanta._ consiguió decir, tenía un nudo en la garganta.
-Esperaba que te gustara.

Comieron entre risas. Una vez terminaron se tumbaron uno al lado del otro. De pronto él la agarró de la mano atrayéndola haciendo que ambos quedaran mirándose a los ojos. Él la empezó  besar dulcemente. Cada vez más besos. Ella terminó encima de él. Sus cuerpos quedaron unidos separados tan solo por la fina tela de su ropa. Podían sentir su corazones acelerarse. Sus manos recorrían cada parte de su cuerpo enredándose sus dedos en el pelo. Cayeron en la húmeda hierba sin separar ni un segundo sus cuerpos. Sus labios se volvieron a encontrar haciendo que su respiración se entrecortara. Bajó sus manos recorriendo el espacio que desencadenaba en aquel lugar prohibido. Con un simple movimiento alcanzó lo que buscaba. Tenía que hacerlo ya, no había tiempo, sino iba a ser demasiado tarde, se daría cuenta. Sacó el cuchillo rápidamente y con un simple movimiento se lo clavó en el pecho, directo al corazón.


(Continuará...)

Hola a todos ^^
La próximo parte dará fin a "Pesadilla" y la pregunta será contestada ¿quién ha muerto, o no?
Un saludo.
In love.
P.D: se aceptan comentarios sean buenos o malos :)

domingo, 6 de octubre de 2013

Pesadilla (parte 5)

La  oscuridad la rodeaba cuando avanzaba por el largo pasillo. Una luz se abrió paso ante sus ojos. Pudo ver como una mano emergía de ella. Ella tendió la suya en su búsqueda. Cuando ya la tenía, una mano de afiladas uñas le agarró del hombro arrastrándola hacia las sombras. En el último momento giró la cabeza en busca del origen. Pudo distinguir una silueta cerca de la luz. Su rostro estaba oculto por la sombras, pero un rayo encontró el camino bañándolo de luz.

Se despertó de golpe asimilando lo que había soñado. La mano por fin tenía dueño. Quiso borrar esa imagen de la cabeza pero no dejaba de repetirse. La alarma del móvil la sacó del trance en el que había entrado. Se levantó y se fue a preparar.

Bajó las escaleras con miedo a encontrarse a su madre, todavía seguía enfadada. La mujer se encontraba en la cocina, como siempre de un lado a otro. Cuando vio a su hija, dejó lo que estaba haciendo.
-Natalia desayuna algo.
-Llego tarde y no tengo hambre.
-¿Cómo no vas a tener hambre si no comes desde ayer por la mañana?
-Pues fácil, no teniéndolo. Y ahora me voy que no llego.
Natalia cerró la puerta de golpe dejando a su madre preocupada, ya no sabía qué hacer con ella.

El curso acabó y Natalia regresó a casa. Tenía idea de irse directamente a su cuarto, pero al final acabo cediendo y comió con su madre, dejando a la mujer más tranquila.

En el tiempo restante hasta que llegara Lucas, Natalia se lo pasó leyendo poniendo poco interés en la lectura ya que no se concentraba. Estaba nerviosa y no sabía el por qué. Bueno si que lo sabía, pero no lo quería aceptar.

Lucas llegó cinco minutos antes a buscarla. Él la regaló un beso que ella le devolvió. Lucas esa vez no pensó nada que hacer, por lo que decidieron dejarlo al destino.

Caminaban de la mano sumidos en el más grande silencio. Fue Natalia quien lo rompió.
-Ya es hora de que me cuentes algo de ti.
Lucas la miro fijamente pero luego volvió a fijar su vista en el camino.
-¿Qué quieres saber de mi?
-No sé... Bueno… ¿de dónde eres? Mejor dicho, no eres de aquí, no te había visto antes desde el otro día, así que ¿de dónde vienes?
-Mi pequeña que se fija en todo. _le dedicó una sonrisa_ como has dicho no soy de aquí, pero mis abuelos paternos sí que lo son. Vine aquí hace una semana. Había pasado un mes con mis otros abuelos pero no aguantaba más en esa casa.
Natalia temió preguntarle el por qué, pero no dudó en preguntarle sobre sus padres.
-¿Cómo así no vives con tus padres?
-Mi padre murió_ de repente su rostro se entristeció.
-¿Y tu madre? _Natalia no quería preguntarle más por miedo a hacerle daño pero le pudo la curiosidad.
Lucas le soltó la mano avanzando unos pasos delante de ella. Natalia tuvo miedo de haberse equivocado al preguntar, iba a decirle que no hacía falta que hablara de ello, pero ya era tarde.
-Yo nunca he tenido madre_ su tono cambó de tristeza a odio, se le notaba frío._ Esa hija de puta, mató a mi padre. Le mató sin explicación alguna. _lo contaba con tono tan frio, sin descomponer ni un segundo su rostro, ni un signo de debilidad ante eso.
Natalia no sabía que decir, las lágrimas brotaron de sus ojos al darse cuenta del terrible pasado de ese chico.
-Pequeña, no llores_ se situó a su lado y le limpió suavemente las lágrimas con la ayuda de su pulgar_ todas...digo ella, ella ya pagará por ello.
En ese instante algo hizo que Natalia se tensara, a la vez que un escalofrío recorrió todo su cuerpo. No duró mucho ya que él posó dulcemente sus labios con los de ella dejando atrás la cruel historia que le había contado.

Natalia no era capaz de dejar a ese chico. Tenía miedo, lo sabía, pero otro sentimiento también afloraba en ella haciendo que se mezclaran. No sabía qué pasaba por su cabeza, solo que esa noche la costaría dormir. Le venía a la cabeza aquel rostro del sueño, la historia de la madre de Lucas, la frialdad de sus palabras. Él, el que había estado esa tarde con ella, la pesadilla, Lucas.

(Continuará...)

domingo, 29 de septiembre de 2013

Pesadilla (parte 4)

Ding dong. Era el timbre de la puerta. Natalia se levantó de golpe dejando a un lado el libro que estaba leyendo. Se alisó la camiseta y se echó un vistazo en el espejo de la entrada. Todo en su sitio. Abrió la puerta y ahí estaba él. Vestía unos pantalones vaqueros, una camiseta que parecía nueva y unas deportivas negras. Natalia al verle se sonrojo y Lucas no pudo evitar sonreír.
-Si llego a saber que te pones tan guapa me hubiera arreglado un poco más.
Este comentario hizo que se sonrojara a un más, eso le divirtió. Natalia no sabía que contestar porque si hablaba seguro que no le saldría más que alguna estupidez.
-Vamos que llegamos tarde.
-¿Por qué tanta prisa?
-Pensaba que podríamos ir al cine del pueblo. Hoy es el día de puertas abiertas y he pensado que te gustaría ver la película que echan, es una de mis favoritas. _a este último comentario lo acompaño con un guiño.
- Sería interesante saber qué clase de películas te gustan, sería lo primero que supiera de ti. _dijo con sarcasmo.
-Tiempo al tiempo pequeña. _Natalia se sobresaltó al oír eso.
No intercambiaron más palabras en todo el trayecto. Cuando llegaron al cine Natalia pudo ver el cartel de la película.
-"El club de los cinco" _ dijo casi en un susurro. _Nunca la había visto _comentó ahora en más alto.
-Es una película que hay que ver. Aunque sea solo una vez. Anda ahora entremos.
El cine era una pequeña sala con una gran pantalla colocada en la pared de frente. Las butacas se hallaban colocadas en fila unas tras otra separas en cuatro columnas. La sala estaba prácticamente vacía a excepción de una pareja situada en una de las filas del fondo. Natalia siguió a Lucas que se sentó en la esquina más alejada. Durante la proyección de la película no paso nada. Natalia llego a pensar que él buscaría el momento para tocarla o besarla, tantas películas que había visto que el chico pasaba el brazo por los hombres de la chica para acercarse más. En cambio, Lucas estuvo toda la película atento a la pantalla. Bueno menos la vez que sus ojos se encontraron.

En cuanto finalizó la película abandonaron el cine poniendo rumbo a un banco del parque.
-¿Qué me dices de la película?
-No ha estado mal.
-¿Solo me dices eso?
-¿Qué quieres que te responda? ¿Qué me ha encantado?
-Eso estaría bien.
-Umm…_ Natalia miraba a Lucas que se encontraba en frente suyo. Él esperaba la respuesta de la chica y aguardaba que fuera buena_ ¡Me ha encantado! No sé cómo no la había visto antes.
-Lo sabía._ le contestó Lucas sonriente.
A partir de ahí empezaron a hablar y hablar sin percatarse que las horas pasaban. En un momento no se qué hizo que Natalia mirara el reloj y se diese cuenta que eran las once. Su madre no tardaría de llegar a casa.
-Lucas, me tengo que ir.
-Si no hay más remedio... ¿te paso a buscar mañana por la mañana?
-Lo siento, no puedo,  mañana tengo curso.
-¿Entonces nos vemos por la tarde?
-Déjame que lo piense. _ Natalia hizo que pensaba hasta que al final le respondió_ Esta bien.
Lucas en vez de contestarle algo se acercó a ella y le robó un beso. Natalia al principio se sobresaltó, pero luego fue ella la que le besó. Ella fue la primera en separarse, se dio la vuelta y se fue.
-Hasta mañana pequeña._ le gritó Lucas para que ella le oyera.

Al llegar a casa se dio cuenta que las luces estaban encendidas, su madre ya había llegado.
-¿Qué hora son estas de llegar?
-Mamá que no es tan tarde.
-¿Cómo que no jovencita? ¡Mañana tienes curso y tienes que madrugar!
-¡Ya soy mayor para saber lo que hago!
A Natalia no le gustaba nada discutir con su madre, así que se fue y se encerró en  su habitación. Pudo oír como su madre la mandaba bajar a cenar, pero ella pasó completamente. 
Aquella mujer se preocupaba por su hija, cada vez la veía peor y no era capaz de hacer nada por ayudarla.


Natalia se tumbó en la cama quedándose dormida en cuanto las sabanas le rozaron la piel.

(Continuará...)

domingo, 22 de septiembre de 2013

Pesadilla (Parte 3)

Cuando ya no le veía, Natalia decidió que ya era de volver a casa, sino no la daría tiempo a prepararse para el curso. Se puso los cascos y empezó a correr.
En cinco minutos había recorrido la mitad del camino, ya no la quedaba nada. Pero de repente un dolor se habría paso en su cabeza haciéndola parar. Era un dolor muy fuerte que parecía proceder desde lo más profundo. Lo extraño fue que tal como había venido había desaparecido. Decidió no darle vueltas, estaba cansada, eso debía de ser. El resto del camino lo hizo más despacio evitando pensar en lo que había ocurrido, centrándose en su “cita”, por llamarlo de algún modo.

Su madre no se encontraba en casa lo que fue un alivio, no tenía ganas de que le preguntara que tal estaba. Se dirigió a la cocina y vio que en el frigorífico había una nota pegada. Su madre volvería tarde, por lo que se ve tenía que trabajar. Decidió subir un rato a la habitación, ya comería después. En cuanto entró al cuarto se tumbó en la cama. No sabía qué hacer, no sabía si la apetecía leer, escribir, dibujar, mirar la tele o cualquier cosa, no podía decantarse por ninguna. Al final no eligió ninguna de esas opciones sino que optó por quedarse tumbada escuchando música. 


La  oscuridad la rodeaba cuando avanzaba por el largo pasillo. Una luz aparece ante sus ojos. Una mano emerge de ella. Tiende la suya en su busca. Cuando ya la tiene, una mano de afiladas uñas le agarra del hombro arrastrándola hacia las sombras. Gira la cabeza. Puede distinguir una silueta. Esta cerca de la luz, aunque su rostro queda oculto por la sombras.

Se levanta de golpe. Lo último que recuerda es que estaba escuchando música y después aquel sueño. Un escalofrío le recorrió la espalda cuando intentaba recordarla.  Es el mismo siempre, pero cada vez más largo. Cree que la quiere decir algo, puede que corra peligro. Desechó esa idea rápidamente de la cabeza. Miró el reloj y vio que solo marcaban las cuatro, no sabía qué hacer, le quedaba mucho tiempo hasta las ocho. Decidió ordenar el armario, así de paso buscaba que ponerse.

Después de bastante tiempo encontró lo que buscaba. Esos pantalones pitillos y la nueva camiseta de tirantes. Y para los pies unas bailarinas negras, al igual que la camiseta. Se dirigió al cuarto del baño. Empezó a maquillarse dejando para lo último el pelo. Se echó un poco de base, se dibujo la raya y se dio un poco de rímel. Una vez acabó se recogió dos mechones de pelo a cada lado sujetándolo con unas pinzas atrás. Se miró una última vez en el espejo y bajó al salón a leer un poco mientras le esperaba, tan solo eran las siete y media.

(continuará…)

*Este capítulo no es muy largo ya que no he tenido inspiración para seguir con la historia. Hace ya más de una semana que no publicaba uno así que aun siendo poco he decidido subirlo. Espero que os guste. Y me gustaría vuestra opinión, saber si alguien la sigue y si merece la pena seguir escribiéndola.
Un saludo
In love.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Pesadilla (Parte 2)

Tiene la respiración entrecortada. Miró el móvil en busca de la hora. Las once. Dio una vuelta en la cama colocándose boca arriba. Observaba el techo esperando volver a conciliar el sueño, pero eso no ocurría. Por lo tanto decidió levantarse y conectarse al ordenador, a ver si se distraía un poco. Un pensamiento le pasó por la cabeza. Ya lo había pensado muchas veces pero no tenía el valor de hacerlo. ¿Y si era malo lo que encontraba? Tenía que hacerlo. Tecleó su mayor miedo. Esa pesadilla que no le dejaba dormir. Todas las páginas que visitaba la conducían a lo mismo. Cansada de no encontrar otra cosa se dio por vencida. Apagó el ordenador y se tumbó en la cama con la esperanza de quedarse dormida.

Los rayos de sol se abrían paso entre las cortinas. Se giró en la cama. Sus ojos estaban abiertos al igual que toda la noche. No había podido dormir. Se levantó de la cama casi sin fuerzas. Vio el reloj que marcaba tan solo las 8 de la mañana. Se vistió con un simple chándal negro. Se puso las deportivas, cogió el móvil y salió a correr. Necesitaba despejarse un poco. Dejar de pensar en el sueño, en su significado.
Más salir de casa el sol le dio directamente en la cara. Iba a ser un buen día, o eso creía ella. Comenzó a correr, a eso había salido y no podía estar entreteniéndose mirando el sol. Empezó corriendo despacio pero de pronto su ritmo aceleró. Pasaba casas y más casas hasta llegar a la dehesa que se encontraba a las afueras del pueblo. Era un gran espacio verde con árboles distribuidos en filas, algunos se saltaban ese minucioso orden. Cansada de correr decidió sentarse debajo de unos de los árboles. Con los cascos puestos y la música sonando decidió cerrar los ojos y descansar apoyada en la dura corteza.

No sabía cuánto tiempo había pasado. Al abrir los ojos vio una sombra colocada a su lado, alzó la cabeza y le vio. ¿Pero que hacía Lucas allí?
-Buenos días.
-¿Acaso me sigues?_le pregunto a modo de respuesta.
-Sí. _ lo dijo completamente serio._ Desde que has salido de casa. _ no sabía si creérselo, pero cada vez sentía más miedo._ He visto que te metías por los árboles y que estabas sola_ una sonrisa se empezó a dibujar en su rostro. No sabía si era de maldad o solo se reía de ella._ No hay nadie más por aquí, no suele venir mucha gente, es un lugar muy tranquilo, nadie te oye. _ El corazón le empezó a latir rápidamente. Él cada vez estaba más cerca._ Parece que tienes miedo._ la cogió del brazo y la acercó a él.
En ese momento se empezó a reír y entonces se dio cuenta.
-Cabrón, me has asustado. 
-Es muy fácil asustarte por lo que veo.
-Te la tengo guardada.
Ella se dispuso a  marcharse pero él fue más rápido y se interpuso en su camino.
-Natalia no te enfades por favor, era solo una broma.
-Pues no me ha hecho ninguna gracia. Y ahora déjame pasar.
Intentó pasar por su lado pero se movió volviéndola a impedir el paso.
-Déjame pasar.
-Sólo si me perdonas.
-No.
-Mírame a los ojos, solo eso._ La cogió suavemente la barbilla obligándola a mirarle._ Muy bien. Quería decirte que lo siento, Vale sé que me he pasado con la broma y por eso quiero que me perdones. No me gustaría que estuvieras enfadado conmigo. No, porque me gustaría preguntarte una cosa, más bien pedirte un favor. Di primero que sí.
-No voy a decir que sí.
-Dilo por favor, no te arrepentirás.
No sé que la pasó por la cabeza pero de su boca salió un sí.
-Entonces a las ocho te paso a buscar a casa.
-¿Perdona?
-Acabas de aceptar salir conmigo. A las ocho nos vemos. Hasta luego.
Antes de irse la dio un fugaz beso en la mejilla.
-Y por cierto, siempre vengo a correr por aquí.
Con un sentimiento que no sabía que era, vio como se alejaba aquel chico que le había pedido salir.

(Continuará..)

*P.D: Se aceptan opiniones ^^ así que no tengáis miedo y comentad, no cuesta nada :)

domingo, 1 de septiembre de 2013

Pesadilla (Parte 1)

"My seventeen" no dejaba de sonar y solo significa una cosa, tenía que levantarse ya si quería llegar a tiempo al curso de verano. Con pocas ganas agarró las sábanas y las echo hacia atrás. Se levantó y se dirigió al baño. Contemplaba su rostro en el espejo a la vez que se peinaba el pelo. Siempre le había odiado. Era tan liso que ningún rizo era capaz de permanecer mucho tiempo obligándola a llevarlo siempre igual.
-¡Nati! ¿Estás despierta?
-Si mamá
Dejó el cepillo sobre el lavabo y se dirigió a vestirse.
-Pues baja a desayunar.
-Ya voy.
En la cocina se encontraba una mujer bajita de pelo corto e igual de liso que el de ella. No paraba de recorrer la cocina de un lado a otro con cazuelas en la mano. Natalia se acercó a ella y la dio un beso en la mejilla.
-Buenos días mamá.
-¿Qué tal has dormido cielo?
-Bien. Siempre me preguntas lo mismo.
-Es mi deber preocuparme por ti._ Últimamente es lo único que hacía. La veía diferente aunque seguía siendo la misma físicamente algo no iba bien. Lo notaba._Bueno desayuna y no te entretengas que vas a llegar tarde.
-Mamá, voy con tiempo no te preocupes.
Natalia miró el reloj de pared y ve que no, no iba con tiempo, si no corría no llegaba.
Desayunó a toda prisa y salió corriendo de casa despidiéndose de su madre con un simple adiós ya desde la calle.
Corría por las calles de aquel pequeño pueblo con el corazón latiendo a toda prisa y esperando que no se la saliera del pecho. Ya solo quedaba una calle y estaba. Doblando la esquina a toda velocidad no le dio tiempo a ver que alguien venía. Cayó al suelo tras chocar.
-¿Estás bien?
Una mano estaba tendida hacia ella. Dudó de su ayuda pero finalmente agarró la mano y se levantó. Un chico de ojos marrones la observaba. En ese momento el reloj de la iglesia daba las 11. Sin decir una palabra salió corriendo.


Dos horas después el curso se acababa por ese día. Tuvo suerte de llegar a tiempo. De vuelta a casa decidió cruzar por el parque ya que le permitía atajar un buen trecho. Absorta en sus pensamientos no se dio cuenta que alguien se le acercaba por la espalda. Una mano la agarró del hombro y sintió que el cuerpo se la paralizaba. Quiso gritar pero no podía. No fue hasta que le vio. Era ese chico.
-Joder, ¿no te vale ya con que casi me matas esta mañana que vuelves a intentarlo?
-Yo hubiera preferido que me hubieras dicho gracias.
-¿Gracias por qué? ¿Por tirarme al suelo?
-Bueno, vale. Lo siento. Aunque ha sido tu culpa.
-Así mejor pero lo último no es verdad.
-Vale. Ha sido mi culpa. ¿Me perdonas?
El chico la sonríe haciendo que se estremezca.
-Te perdono.
-Por cierto, me llamo Lucas_le tiende la mano y ella la acepta.
-Natalia. Y lo siento pero me tengo que ir.
-Bueno, pues adiós Natalia, espero volver a verte _Lucas le guiña el ojo o ese cree ella.
Ella no le contesta pero en cuanto se gira una sonrisa dibuja su rostro.
El camino a casa se le hizo muy corto. En cuanto llegó subió directamente a su habitación. No tenía hambre. Estaba cansada y el simple hecho de comer le produce un gran esfuerzo. En cuanto se tumba en la cama los ojos se le cierran como obligados por una gran fuerza.

Solo oscuridad. Camina por ese largo pasillo. La luz aparece ante sus ojos. Una mano emerge de ella. Cuando ya la tiene, otra le agarra del hombro arrastrándola hacia las sombras. Se quiere girar, quiere saber qué es, pero se despierta de golpe..

(Continuará...)


miércoles, 21 de agosto de 2013

Pesadilla (Prólogo)

Hola a tod@s ^^
Este verano he dejado un poco abandonado el blog a causa de que no he tenido tiempo ni Internet para poder estar con él. A eso se le debe sumar que ni la imaginación ni la inspiración han venido a mi y espero que eso cambie a partir de ahora. Así que he vuelto con un cambio de imagen del blog y también os traigo una nueva historia. Espero que os paséis y me deis vuestra opinión tanto del cambio como de la historia.
Un saludo :)
In love.

Avanzaba por un oscuro pasillo. Sus dedos rozaban las paredes como una guía en la oscuridad. Su corazón latía por miedo a no encontrar el final. No sabía cuánto tiempo llevaba caminando sin encontrar aun la salida. Las piernas le decían que parara, pero la idea de no volver a ver nunca la luz se lo impedía. Un escalofrío la recorrió de arriba abajo a la vez que se oyó un ruido proveniente de su espalda. No dudó, echó a correr como si la fuera la vida en ello. Una luz empezó a abrirse paso en esa inmensa oscuridad. Pudo ver que una mano salía de la luz en su dirección. Extendió los dedos para alcanzarla. Un poco más y sus dedos se enlazarían con los suyos. Cuando ya lo tenía una mano clavaba sus afiladas uñas en su hombro y la arrastraba a la más inmensa oscuridad.

Natalia se despertó de golpe. Un sudor frió recorría su frente y descendía a lo largo de su cuerpo. La misma pesadilla se abría paso cada noche. No sabía que significaba. Solo que pocas veces dormía la noche entera por culpa de ella.

(Continuará...)




viernes, 9 de agosto de 2013

#7

Miedo a decir adiós. No porque no quieras marchar sino por miedo a no volver a poder hablar con ellos. Que ya no esten, que se vayan lejos a un lugar donde nos les va a poder volver a ver hasta que no llegue la hora.

martes, 16 de julio de 2013

#6

Te sientes pequeño. Con miedo de hablar por lo que los demás puedan pensar de ti. Aparte del resto de la gente. No quieres llamar la atención. Te escondes. Sientes que no perteneces a ese lugar. Sientes que te excluyen. No eres atrevido pero deberías. Tu mismo te separas del resto. Tu mismo te excluyes. Di lo que piensas, sin miedo que los demás se rían de ti, muchas veces acertaras, y si te equivocas rectifica. Pero no dejes de hablar, de ajuntarte con ellos, de hacer amigos solo por miedo a no decir lo que esperan que digas. Tu no sabes lo que quieren. Tu no sabes lo que piensan. Pueden pensar igual que tú. Pero eso no lo sabrás si te escondes. Si huyes.

martes, 2 de julio de 2013

Libertad

Correr, volar, ser libre.
Pararse, caerse, estar atado.
La libertad, una capacidad de los que no todos gozan. Ser libre de elegir lo que quieres, de vivir tu vida sin miedo a lo que los demás digan. Caminar con la cabeza bien alta demostrando todo lo que vales. Vestirte a tu manera. Mostrar que vales lo mismo que ellos, incluso más. No esconderse. Plantar cara a aquel que te robe la libertad, que te diga que eres una mierda, que no te deje vestir como quieres, que quiera cambiar tu forma de ser, que se ría de como eres. Sonríele, que te vea feliz, seguro de ti mismo. Todos somos iguales. Cada uno es como es. Es uno mismo.

miércoles, 26 de junio de 2013

¡Hola a todos!
Siento mucho tener tan abandonado el blog. Estoy trabajando en unas historias pero no tengo mucho tiempo en seguir con ellas, espero ponerme con ellas pronto y así poder subirlas, pero no se cuando va a ser eso. Espero que no diese la sensación que el blog ya no continuaba, pero no es así porque la verdad, siento mucho no subir nuevas entradas. Así que lo siento y espero que sigáis leyéndome.
Un saludo

lunes, 17 de junio de 2013

#5

Hoy es un día de esos grises. El sol esta en lo más alto luciendo pero yo estoy en la más inmensa oscuridad. No tengo ganas ni de sonreír. Los exámenes han acabado, tengo todo el tiempo del mundo, pero aún así no soy feliz. Mi interior esta vacío, ¿el por qué? no lo sé. Algo me falta, ¿ganas de sonreír? ¿ganas de llorar? ¿ganas de pasármelo bien? No lo sé. Igual es que me falta algo. Igual es que veo el mundo gris. Igual es que no tengo nada por lo cuál sonreír. No lo creo. Tengo todo lo que necesito, casi todo. Me gustaría vivir en esos mundo de fantasía de los libros, de las películas, donde el final es casi siempre feliz, en el que el amor triunfa hasta en las inimaginables ocasiones... Pero esto es la vida real. La realidad en la que vivo.

domingo, 9 de junio de 2013

#4

Por fin darse cuenta que ese sentimiento ha cambiado. Ya no busco tu mirada. Ya no sueño con estar a tu lado. El tiempo ya ha pasado y se ha llevado tu recuerdo consigo. Ya era hora. Hora de darse cuenta que no merecías la pena. Hora de que el corazón vuelva a soñar con otro. Esta vez un sueño de verdad.

jueves, 6 de junio de 2013

Hola  a todos :)
Últimamente ya no publico en el blog, y no va a ser por que le deje de lado, sino porque con tanto examen no tengo tanto tiempo. Así que iré subiendo alguna entrada cuando tenga tiempo y espero dentro de poco tener una historia o el final de otra ;) (pero no prometo nada).
Un saludo.

miércoles, 29 de mayo de 2013

El culpable no es el viento.

Un portazo. Muchas veces el culpable es el viento, pero esta vez no es así. Te has ido dejándome atrás. Me dijiste que me querías pero que te tenías que marchar. El por qué, no lo sé. ¿Soy yo la culpable? tampoco lo sé. Solo se que esa puerta se ha cerrado. Un trozo de madera nos separa. Se que sigues detrás de ella esperando que salga en tu búsqueda. Pero no, lo siento, no puedo ir detrás tuyo, fue tu elección.

sábado, 25 de mayo de 2013

El puente de las almas

-Al final, ¿cuántos venís?
-Yo.
-Yo.
-Yo también.
-Cuenta conmigo.
-¿Y tu Eva?
Es Sandra la que me pregunta. Una respuesta afirmativa iba a salir de mi boca hasta que le veo, él, desde hace un mes, mi vida. Le dedico una sonrisa.
-No lo siento chicos.
Cojo la mochila y me voy en su encuentro.
- ¿Y a esta que la pasa?
-No lo sé Naiara, últimamente esta muy rara. Desde que sale con ese tal Erik esta en su mundo. Por cierto, ¿le conocéis alguno?
-Que va.
-Me suena ese nombre, pero no se de qué.

Me encuentro con él y me recibe con un dulce beso en los labios. Mi corazón se acelera. Siempre me ocurre cuando estoy a su lado.
-Hola amor.
-Hola cariño.
-¿Vamos donde siempre?
Le respondo con un beso y nos ponemos en camino. Le cuento la mañana que he pasado entre exámenes y clases. Él sonríe y hace algún que otro comentario. Cuando le pregunto yo siempre me responde con otra pregunta hacia mi. Si no fuera porque confío en él diría que algo me oculta. Y esto no es lo único raro, cuando estamos en público nunca me da la mano, dice que es por mi bien. No le voy a contradecir. No puedo. Mi corazón se revoluciona cuando estoy cerca suyo y mi cabeza no es capaz de pensar por si sola.
Siento que me empujan y veo que Erik ha sido empujado fuertemente. Es un chico de unos veinte años y con pinta de pijo. Parece que no se piensa disculpar.
-¡Eeeee!_ se gira_ mira por donde andas que le podías haber hecho daño.
Me mira de arriba a abajo y luego a mi lado. Pone una cara que no llego a entender y continua su camino.
-¿Estas bien Erik?
-Si, no te preocupes, pero no deberías haber hecho eso.
-Pero si casi te tira.
-No era para tanto.
Mira de una lado para otro y me agarra de la mano. El contacto con su piel me ayuda a calmarme.
-Vamos.
Retomamos nuestro camino hasta nuestro lugar. Nuestro puente. El lugar donde le conocí.
-Ven, sube.
No me gustan las alturas pero sabiendo que esta él no tengo miedo. Nos sentamos en la barandilla. Miro al infinito, aunque mire fijamente todo esta borroso. No me centro en la imagen si no en la pregunta que me ronda en la cabeza.
-Erik, ¿por qué este puente?
-Me trae recuerdos_ le miro y luego mis ojos se fijan en las aguas cristalinas. A pesar de estar a bastante altura puedo ver mi reflejo pero no el suyo. Tengo que tocarle para saber que esta ahí. Se da cuenta y me da la mano_ Recuerdos del último día. El día de mi muerte. _ mi respiración se acelera, el miedo me invade_ Pensé que este día nunca llegaría. Ahora por fin seré libre. Te quiero Eva. No sabes lo mucho que lo siento.
Me mira una ultima vez a los ojos. Noto mi cuerpo cayendo. No puedo gritar. No siento nada. No entiendo nada. Un golpe me sumerge en la máxima oscuridad.

~~~~~~~~~~~~~~~
-Hola Sergio.
-Hola amor.
-¿Qué tal el día cariño?
-Pues como siempre, ¿y el tuyo?
-¿Al final aprobaste el examen?
-Si. Gracias a ti Eva_ me besa en los labios.
Si, soy yo, Eva. Desde el día en el que Erik, el chico por el que estaba enamorada, me arrastrara con él al fondo de ese río mi alma se ha quedado atrapada en este mundo.Otra alma ha de ocupar su lugar. Pero pronto seré libre.

~Fin~


lunes, 20 de mayo de 2013

#3

No hablemos sin saber. Eso trae muchos problemas.Nuestra vida ha de ser vivida a nuestra manera, siempre habrá algún obstáculo  pero mejor que sea a consecuencia de un error nuestro, no adjudicado sin buscarle ni llamarle. Si se quieren emociones en esta vida, si se quiere lucha, si se quiere guerra pídesela a aquel que este dispuesto a aceptarla, que también lo quiera, no metas a una persona que después de su propia lucha solo busca calma.
Aunque se dibujen sonrisas en los rostros no significa que sea feliz, sino que por una vez, vuelve a sonreír después de la tormenta, o que solo busque la felicidad para el resto guardándose su guerra para ella.

jueves, 9 de mayo de 2013

Sueños de amor


Siempre he soñado que esas historias de amor que leía, todas esas historias que veía, solo una, se hiciese realidad. Esa historia en la que el chico declara su amor delante de todos, en la que el chico elige al patito feo, en la que se den esos encuentros furtivos a la luz de la luna, en la cual el chico deje todo por ella, le cante una canción demostrando su amor o con un regalo de 'un admirador secreto'... Todas esas historia que toda chica desea que se hagan realidad, que alguien un día decidió crear, escribir o dirigir, quisieron dejar huella o mostrar sus sueños, sueños de amor reales o imaginarios....

jueves, 25 de abril de 2013

nubes de oscuridad

El cielo se vuelve gris a la vez que tus ganas de sonreír se apagan.
Las nubes esconden todo rastro de felicidad.
Gotas de lluvia se precipitan a la vez que las lagrimas descienden por el rostro.
Una tormenta que avecina un triste final.

domingo, 21 de abril de 2013

#2

Un simple mensaje mostró la realidad. Un mensaje sin respuesta. Ese simple mensaje que borro la felicidad. Esa felicidad que no quería la palabra 'no'. Ese 'no' que se no dijo pero se leyó.

domingo, 14 de abril de 2013

#1

Ahora mismo no estoy para entradas de amor o desamor. Hoy quiero desconectar de ese sentimiento imposible de comprender.
Pensar que vas a ser derrotado. Ese sentimiento de que es imposible que lo vayas a conseguir. Ganas de llorar de impotencia. Hoy tengo un revolución de pensamientos en mi cabeza, pero ninguno positivo. Las ganas de sonreír desaparecen ante tal panorama. Pensar que puedes caer de los mas alto. Quedarte bloqueado ante una prueba, no ser capaz de continuar. Pensar en todo ese dolor que no se muestra. Vivir con una sonrisa falsa. Vivir con una expresión de enfado y tristeza sin tener motivo.
Todo esto no tiene sentido, para mí sí. Necesitaba escribirlo.

viernes, 5 de abril de 2013

Una sonrisa.

No se por qué, pero hoy todo es diferente. Despertarte sin ganas de nada y tener que sonreír  Esa sonrisa que al principio era falsa va haciéndose un hueco en tu cara hasta convertirse en una realidad. Ahora es parte de tu ser, y aunque quieras deshacerte de ella no puedes. Pensar si es posible que siempre sea así.  Siempre estar feliz pase lo que pase, aunque sabes que no. No todo es felicidad, la vida también nos regala momentos de tristeza. No todo va a ser siempre acorde la felicidad que una persona desea. Hay una fuerza que controla la felicidad y la tristeza. Muchas veces la podemos controlar, otras no está en nuestras manos. Pero siempre que te hagas con ella haz que la balanza se incline hasta esa felicidad que dibuja esa mágica sonrisa en tu rostro.

lunes, 1 de abril de 2013

La tela dorada (2ºparte. fin)

Abre apenas los ojos, pero una luz cegadora la obliga a cerrarlos. Los va abriendo despacio y, poco a poco consigue distinguir una chimenea con su fuego. Se incorpora y mira a su alrededor. Es un pequeño salón, ¿dónde está? Su vista se fija en una figura alta: es un chico, no puede tener muchos más años que ella; pero eso es imposible, la transformación dura diez años. Se levanta y se va a acercando a él despacio. Puede ver que en su mano se posa uno de esos bichos. Él siente que lo observa.
-Se llaman mariposas _dice señalando al bicho que se posa en su mano.
Se gira, puede ver su rostro, esos ojos azules, esos labios perfectos, esos mechones rubios que le caen sobre la cara. No es como el resto.
- Las mariposas no nacen siendo así. Al principio, son una especie de gusanos. Pasan por una serie de cambios. Después de su última muda, último cambio, forman la crisálida. Allí se transforman dando lugar a su última fase, ser la mariposa propiamente dicha. Esa transformación se llama metamorfosis y, cuando termina, se puede observar cómo unas hermosas alas han brotado del cuerpo de la oruga._Deja de hablar esperando que Marga le haya entendido. _ Se parecen a los de tu mundo. Pero tú no eres como ellos, lo noto.
 “No es como nosotros”. Aquellas palabras retumban en la cabeza de Marga. “Es la profecía”, “Es ella”. Toda la habitación comienza a girar. El chico la agarra.
-Marga, Marga, Mar…
Abre los ojos. Le ve, ve esos ojos que la miran con preocupación.
-Marga, ¿estás bien?
Asiente con la cabeza. Le ayuda a incorporarse.
-Por cierto: me llamo Yahel.
-¿Qué eres?
-Sabía que este día llegaría. Conocerás la historia de “tu  raza” _asiente_: en ella se cuenta que nacieron  tres niños. Uno de ellos no se transformó y el ángel lo puso a salvo en un bosque cercano. He vivido en este bosque durante mil años. Todo lo que sé me lo han enseñado los libros. Mi única compañía han sido las mariposas. He visto como nacían, crecían, sufrían los cambios y morían. Estas mariposas no son  normales; son capaces de romper tejidos, telas. Pero todavía no son lo suficiente fuertes para rasgar telas tan  resistentes como las telas doradas de los capullos. He alimentado a las mariposas con  mi sangre; son más fuertes, pero no lo suficiente. He intentado llevar a cabo la misión de mi padre, pero solo no puedo. Ya te habrás dado cuenta de que  tú no eres como los demás. Tú eres la niña de la profecía. Con tu sangre conseguiremos que ese latido nunca acabe, que los niños no se transformen, que sus padres puedan verlos crecer, que sean libres hasta que llegue su hora. Que vuelvan a ser humanos.
Poco a poco Marga va ordenando las ideas. No, no puede ser ella la de la profecía. Vale que no se haya transformado, pero…Vale, todo cuadra, pero…
-Marga, no voy a permitir que te pase  nada. _Yahel la coge de la mano.
-Vale, te ayudaré.
La extrae un poco de sangre y la echa en un pequeño recipiente. Marga observa cómo lo mezcla con otro compuesto; parece una papilla. No puede evitar la cara de asco. Yahel sale de la habitación y Marga le sigue. Abre una puerta blanca de madera y Marga se queda asombrada. Mariposas de todos los colores vuelan sobre su cabeza. De pronto todas las mariposas vuelan directas a Yahel y lo rodean, cubriendo cada centímetro de su cuerpo. Cuando ya no queda nada de esa papilla, las mariposas vuelven a su vuelo natural. Acto seguido Yahel abre una pequeña ventana y todas las mariposas salen por ella. Un vuelo de cientos de colores. Una esperanza de vida. Yahel se gira hacia Marga.
-Ahora solo hay que esperar.

~FIN~

Muchas gracias por leerla. Si tenéis tiempo me gustaría que me dejarais un comentario. Con decir si os ha gustado o no vale. :)

martes, 26 de marzo de 2013

La tela dorada (1ºparte)

Hola a todos. La historia que os voy a dejar ahora la presenté al concurso literario de mi instituto. Por sorpresa quedo la primera, así que me gustaría compartirla con vosotros. No todos opinareis que merece ser ganadora, yo misma ni lo pensaba, pero así esta la cosa. Me gustaría que me dierais vuestra opinión. Muchas gracias.

LA TELA DORADA

Este mundo no es como otro cualquiera. Aquí no creces, aquí te transformas. Nadie sabe qué son estos seres.
Dicen que hace mil años una joven humana se enamoró de un ángel. Fue tan grande ese amor que dio como fruto tres hijos: dos niños y una niña. El ángel se dio cuenta que algo malo fluía por su sangre e intentó matarles. Su madre se lo impidió huyendo y escondiéndose en una cueva bajo tierra.
A la edad de dieciséis años, de pronto, el mayor se quedó inmóvil y empezó a tejer a su alrededor una fina tela dorada. Su madre intentó romperla por todos los medios, pero no había herramienta en ese mundo capaz de acabar con ella. Su hermana siguió el mismo camino, pero el pequeño de los tres no se llegó a transformar. Al cumplir los dieciocho, su padre sabía que él no era como sus hermanos. Intentó protegerlo buscándolo, llevándoselo y escondiéndolo. Dicen que en un bosque cercano, pero nunca nadie lo ha visto.
Después de diez años, el hijo mayor salió del capullo dorado. No era criatura perteneciente a este mundo. Sus ojos seguían iguales, pero de su espalda salían unas grandes alas negras. Era lo más bello que nunca nadie había visto. Pero en su interior yacía un negro corazón que empezaría a latir cuando su primer hijo llegara al mundo. Cuanto este comenzara su transformación, los corazones de sus padres se pararían acabando así su vida. Todos nacían con el destino de la muerte, todos tendrían hijos dejando así la vida. Dicen también que el ángel pidió ayuda a la madre diosa. Ella no pudo hacer nada, solo a los mil años nacería un niño, pero este no sería como los demás: este sería inmortal. Y, con la ayuda de otro inmortal, conseguiría acabar con el mal que albergaban esas criaturas.



-Marga, ven a recoger esto.
-Ya voy, mamá.
Marga tiene quince años, sus ojos son azules y su pelo, color caoba. En una semana terminará el tiempo de espera para su transformación.
-Mamá, ¿por qué nos tenemos que transformar?
-Cariño, está en nuestra naturaleza, no hay nada que pueda impedirlo.
-Pero yo no quiero que mueras _una lágrima empieza a recorrer su mejilla.
-Es mi destino, amor. Yo ya he vivido mi vida y ahora te toca a ti.
La abraza con todas sus fuerzas. Puede rozar con sus dedos esas odiosas alas negras que pronto crecerán en ella.
El día de su cumpleaños Marga se encuentra en su habitación. Está preparada para ese maldito  momento que tanto deseaba que nunca llegara. Teme paralizarse y no volver a ver a sus padres. Su madre siempre le repetía lo mismo: “Marga, cariño, sabes que papá y yo te queremos y nunca dejaremos de hacerlo.”
Las horas pasan y no ocurre nada. Solo queda media hora para la medianoche. Marga observa por la ventana la poca gente que circula a esas horas por esas calles oscuras. Su mirada se centra en un pequeño bicho con alas. Al principio no puede distinguirlo bien, pero finalmente lo consigue. Nunca había visto nada como aquello. De pronto, ese bicho tan  raro desaparece.
Dan las doce y la transformación no ha empezado. Oye cómo llaman a la puerta. Intenta escuchar  lo que dicen pero solo llegan vagas palabras.
-…no es como nosotros…
-… no le hagáis nada…
-… es la profecía… es ella…
Marga deja de escuchar; no entiende nada. La puerta se abre de golpe. Se esconde detrás del armario. Los pasos se acercan, puede ver a su madre.
-Marga, corre.
-Mamá, ¿qué…?
- ¡CORRE!
Marga sale lo más rápido que puede del escondite y sale por la ventana. Corre. No sabe adónde va. De repente vuelve a ver a ese bicho. Algo le dice que lo siga. No duda: corre tras él lo más rápido que puede. No quiere perderlo de vista, pero ya es tarde. Se encuentra sola en medio del bosque. Intenta buscar un lugar para pasar la noche. Encuentra una pequeña cueva. Se sienta, se agarra las rodillas y tiembla, pero no de frío. Todavía no sabe qué ha pasado, hace una hora esperaba a su transformación y ahora está sola. No deja de pensar en sus padres. ¿Y ahora qué va a pasar? Poco a poco se le van cerrando los ojos y el sueño la vence.

(continuará...)

lunes, 18 de marzo de 2013

'A dreamer boy'

Hola, a todos, aquí os dejo una nueva entrada, esta vez se trata de una pequeña historia: 


No se lo podía creer, no podía ser verdad. Había ganado el premio. Sara no llegaba a creérselo  Hacia poco que había empezado a escribir y solo eran pequeñas historias para su blog. Pero ahora todo había cambiado, había ganado, todo gracias a él...

Hace seis meses sin saber qué hacer, aburrida, empezó a andar por internet, abriendo paginas y cerrando otras, pero sin encontrar nada que la llamara la atención  Cuando iba a dejar ya el ordenador algo la hizo cambiar de idea. Era un forum para escritores, y sin querer la cosa empezó a hablar con un tal "a dreamer boy". Por lo que le contó, era un chico de su edad más o menos. Empezaron a hablar de películas,  series, deportes (y eso que ella no tenía mucha idea), hasta que llego el tema de los libros. Sara le comentó que escribía, que tenía un blog, pero que no era buena. El chico le pidió que le pasara la dirección, después de pensarlo un poco Sara al final aceptó, ¿qué podía pasar? Pasó casi una hora hasta que volvieron  a hablar. Él había leído el blog y quería que ella se presentara a un concurso que el conocía. Sara no quería, sabía que no era buena, pero el chico no hacía más que insistirla, a decirla que creía en ella, que era buena. Al final se dejó convencer y se presentó. Desde ese día no volvió a hablar con él.

Seis meses después. Una carta llegó, su nombre estaba escrito  pero no sabia quien podía enviársela  Cuando la abrió no lo creía, era del concurso, había ganado. El premio, publicar su relato, pero no solo eso, el concurso la abría las puertas a un futuro, la daba la oportunidad de seguir escribiendo y de poder publicar un libro, de viajar por el mundo... y todo eso gracias a ese chico, a dreamer boy... Lo presentía, sus caminos un día se cruzarían, ya lo había hecho cuando se conocieron y sabía que ahí no terminaría. Ella pensaba buscarlo, encontrarlo y agradecerle todo a ese desconocido que había creído en ella; y quien sabe, el amor podría triunfar.
FIN